EL SARS COV 2 DESDE UNA PERSPECTIVA ESTRATÉGICA

 El SARS COV 2 desde una perspectiva estratégica.


Introducción.

La presente monografía toma como base la Unidad 3 (Perspectiva Estratégica) de la materia de Teoría Política 1 de la Facultad de Ciencia Política y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo, los conceptos que serán presentados se obtendrán de diferentes fuentes bibliográficas, artículos periodísticos, sitios web, entre otros. Siguiendo con las pautas dictadas por el Responsable de Cátedra el Dr. Julio Leonidas Aguirre, se establecerá un nexo entre la ya mencionada Unidad 3 y la reciente y novedosa pandemia iniciada en 2020 en Argentina por el SARS COV 2, mas popularmente conocido como “coronavirus” o “COVID - 19”.



Las marchas (in) existentes.

El 11 de marzo el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Adhanom Ghebreyesus, declara que el nuevo virus COVID – 19 deja de ser una epidemia para pasar a ser considerada una pandemia en todo el mundo. En el ámbito nacional, el presidente Alberto Fernández adopta las recomendaciones del organismo internacional y el 20 de marzo dicta el Decreto N° 297/2020 donde impuso el “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio” en todo el territorio nacional. Si bien las medidas, en un principio, parecía algo momentáneo, con el correr de las semanas se fue extendiendo la cuarentena por las diferentes recomendaciones de los/as especialistas en la salud y por el creciente número de contagios.  Las primeras semanas hubo un fuerte acatamiento por parte de la sociedad en general, pero esto mismo se fue degradando por los crecientes reclamos en contra del Gobierno y por las marchas denominadas “anticuarentena”.

Dejando de lado la cuestión propia de la cuarentena, es decir, si está bien o mal implementada como forma de evitar el colapso sanitario, resulta de especial interés analizar al individuo propiamente dicho y saber que lo motiva a formar parte de un grupo de personas que  decide juntarse en un lugar emblemático como es el Obelisco en Buenos Aires para reclamar por su “libertad” y su derecho de circular libremente por el territorio nacional.

Para Anthony Downs y Mancur Olson “Los individuos importan, es más, son lo único que importa” (Moreira et al., pp 195), los mismos se encuentran inmersos/as en un mercado donde ellos/as son los/as demandantes o, según la perspectiva mercantilista, son consumidores de políticas sanitarias, económicas y sociales. Por su parte, el Gobierno, y el órgano Legislativo, responden ante las demandas ofreciendo soluciones o políticas respecto al tema, se suele pensar que si todos los miembros de un grupo tienen un determinado interés, el grupo como conjunto buscara satisfacer ese interés, pero siguiendo con la premisa de la Teoría de Elección Racional, estas marchas no deberían existir, ya que muchos/as de los/as autoconvocados/as seguro tuvieron que realizar una larga caminata desde sus hogares o viajar en auto/micro para llegar al punto de encuentro, también es probable que hayan gastado dinero en comprar carteles, pintura o banderas argentinas, a esto le tenemos que sumar la probabilidad de ser contagiados/as por estar en contacto estrecho con varias personas y sufrir un castigo económico por violar una norma dictada por el mismo presidente, es decir, la persona que está en contra del “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio” habrá sacrificado tiempo y dinero para asistir. Pero como sabemos, las marchas no solo se dieron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sino en varios puntos del país y en varias oportunidades. Acá se nos da una curiosa paradoja1, si el sacrifico de uno/a beneficia al resto ¿tiene sentido asistir? El hecho de que el/la otro/a asista y con esa marcha se logra flexibiliza la situación, igual habría ganando esa persona que se opone a la cuarentena y que eligió que darse en casa. Pero al mismo tiempo la otra persona podría pensar lo mismo y podría elegir estar en casa y dejar que otros/as marchen.


“Si los individuos son racionales van a sopesar esta ecuación de costo – beneficio que su movilización individual implica y van a tener a no participar. Pero dado que los individuos son todos racionales maximizadores de sus beneficios, en realidad la gran mayoría no va a participar, por lo cual el fin no se consigue, concretamente el bien buscado no se produce, o si lo hace es a costos demasiados altos siento entonces ineficiente”. (Olson, en Moreira at. al., pp 196 - 197)

 

La marcha de los incentivos.

Una posible explicación a este fenómeno puede ser que desde la oposición, es decir, desde las redes sociales y los principales medios de comunicación afines a los/as principales opositores/as al Gobierno de Alberto Fernández, incentivaron a sus adeptos/as a movilizarse para “recuperar” su libertad, si bien no tuvieron un incentivo económico, el estimulo fue siempre simbólico. El sumarse a una marcha para pedir que se termine la cuarentena los/as hizo formar parte de una acción social para defender la Republica, la Constitución y sus libertades. Si las marchas anticuarentena dependiera de la racionalidad individual, no se efectuaría, pero el incentivo (en este caso positivo) hizo que fuera posible. Otro factor relevante a la hora de analizar estos grupos, es que son movimientos homogéneos, es decir, comparten características similares como por ejemplo el rechazo al Gobierno Nacional, un marcado antiperonismo y antikirchnerismo, en su gran mayoría son militantes y seguidores/as del partido político Juntos por el Cambio, entre otras similitudes mas. Cabe aclarar que no todos/as los que se manifestaron (y se siguen manifestando) en contra de las restricciones al salir cumplen con las características antes mencionadas, debemos reconocer que hay varios grupos que piden la apertura de actividades para fomentar determinados sectores de la economía, como por ejemplo las agencias de turismo nacional e internacional, guarderías, turf, espectáculos artísticos, entre otras tantas actividades más, sería un grave error simplificar todo a una cuestión meramente política y solo plantear el dualismo entre el peronismo y antiperonismo. Pero para los fines prácticos de este apartado solo se tendrán en cuenta los grupos homogéneo que se mencionaron al principio, es decir, aquellas personas que se oponen a la cuarentena por ser adeptos a los/as lideres/a opositores/as al presidente Alberto Fernández.


La respuesta que se adapta al pedido.

Hablar de polarización en Argentina nos hace tomar partida por una de las dos posiciones dominantes, por un lado, están los/as que creen que siempre tuvimos un país dividido, es decir, en Argentina siempre existió un “A” para un “B” (unitarios vs federales, nacionalismo vs imperialismo2, peronistas vs antiperonistas, liberalismo vs proteccionismo), donde en muchas oportunidades ese odio e intolerancia hacia la otra persona o partido político decanto en reiterados Golpes de Estado, persecución política (proscripciones) y/o violencia civil. Luego, en la otra posición, están los/as que creen que la polarización es un fenómeno reciente y tiene poco mas de 10 años, donde surgió con el Gobierno de Néstor Kirchner, se profundizo en el mandato de Cristina Fernández, siguió con Mauricio Macri y continua presente con Alberto Fernández.

Como no podía ser otra forma, el nuevo SARS COV 2 no fue la excepción, si bien al principio de la pandemia hubo un gran apoyo por parte del arco político oficialista y opositor, los grandes medios de comunicación cercanos al peronismo y los antiperonista y un gran apoyo por parte de marcas comerciales para promover el quedarse en casa, con el correr de las semanas esa unión que había logrado el coronavirus se fue desgastando. A tal punto de volver a una nueva polarización, pero esta vez con respecto a las medidas que había tomado (y sigue tomando) el Presidente de la Nación, esto se refleja en la figura 1.1.3 En este apartado no se pretende juzgar, recomendar, criticar o sugerir medidas para contener al COVID – 19, sino que nos vamos a concentrar en la dualidad del tema, es decir, aprobación o no de las medidas sanitarias y como es utilizado para pensar estrategias políticas de cara a beneficiar o perjudicar al Presidente y ganar o perder poder por parte de la oposición.


Fig. 1.1

En el eje X podemos ubicar la aceptación o no de las políticas sanitarias, donde del 0 al 50 es la aprobación y del 50 al 100 es el rechazo. En el eje Y la cantidad de personas que justamente acepta o no las medidas sanitarias.

Según el último informe de Poliarquía, la desaprobación a lo que hace el presidente para controlar el virus subió un 47% entre septiembre y octubre, mientras que la aprobación se ubico al mismo nivel que a mediados de marzo cuando se empezaron a registrar los primeros contagios en el país, es decir de un 43%. (Alan Soria Guadalupe, La Nación, 2020)

Fuente: Diario La Nación, octubre 2020.


Otro relevamiento hecho por Opinaia, confirma la caída de la aprobación de la gestión sanitaria. Entre septiembre y octubre cayó del 55% al 51%, ubicándose así en los niveles más bajos desde que empezó la pandemia. (Alan Soria Guadalupe, La Nación, 2020). Si bien los números pueden variar un poco, dependiendo de cada encuestadora, podríamos decir que la estructura de preferencia es de un 50% de aprobación y un 50% de rechazo. (Alan Soria Guadalupe, La Nación, 2020)


Fuente: La Nación, octubre 2020


Estos gráficos en particular y la monografía en general, consideran que la mayoría de personas no posee un conocimiento total con respecto a las medidas del presidente, no suelen leer los Decretos dictados por el Ejecutivo Nacional y generalmente se informar por medios tradicionales de comunicación (televisión, diarios e internet).


“En este modelo el conocimiento imperfecto significa: 1) Que los partidos no siempre saben exactamente lo que los ciudadanos desean, 2) Que los ciudadanos no siempre saben lo que el gobierno o su oposición ha hecho, están haciendo o deberían estar haciendo para servir a sus intereses y 3) que la información necesaria para superar la ignorancia de los partidos y de los ciudadanos es costosa” (Downs, 1957: 98)


El objetivo de los/as políticos/as racionales y de los partidos políticos es obtener poder de esos porcentajes, esto se logra cautivando al mayor número de ciudadanos/as. Como vimos en los gráficos anteriores, la sociedad argentina se encuentra polarizada en dos espacios claramente diferentes donde se centran la mayoría. Los/as políticos/as o partidos tienen dos estrategias, lo más racional es que opten por una u otra:

  • Apoyar las medidas del presidente para evitar el colapso sanitario.
  • Rechazar las medidas y proponer otras opciones para evitar el colapso sanitario.


Vamos por parte, si apoyo las medidas del presidente Alberto Fernández, me estaría ganando el rechazo del arco opositor (especialmente de Juntos por el Cambio), pero si decido marchar y proponer una liberalización total de las actividades, me estaría ganando el rechazo del oficialismo (especialmente del Frente de Todos). Como podemos observar, cada movimiento tiene un costo y una ganancia, la decisión no es objetiva ni imparcial. La mitad de las personas siempre piensan que la otra mitad le está imponiendo su política sanitaria, una política que le desagrada profundamente.

El teorema del votante medio (Downs, 1957) sirve para explicar la distribución de las preferencias, busca lo social para explicar la acción de las personas, los/as políticos/as tratan de captar las demandas de la sociedad para poder ofrecer una respuesta que logre adhesiones como para ganar el apoyo y ganar poder. Los/as ciudadanos/as son actores/as que están permanentemente consumiendo información (que no siempre suele ser verdadera) sobre el COVID – 19 y ven lo que los/as políticos/as les ofrecen, en base a esa data prefieren una u otra medida según les convenga. Así es como se crea un “nicho de mercado” entre los/as ciudadanos/as y los/as políticos/as, quien mejor lea lo que prefieren los/as ciudadanos/as, tendrá un ventaja a la hora de dar declaraciones en los medios de comunicación para ganar adhesiones y también sabrá que decir para poder diferenciarse del resto de partidos.


El contexto que nos moviliza

Siguiendo con este análisis del movimiento colectivo, tenemos que entender que cada uno/a de los/as individuos/as que decide marchar, están inmerso en un contexto de preferencias que Elster denomina “Deseo y oportunidades”. Es en este contexto particular de pandemia, el/la individuo/a analiza los objetivos que se propone alcanzar y también planifica sus estrategias para lograr alcanzar esa finalidad de mayor flexibilización. Cuando enfrenta varios cursos de acción posible, la gente suele hacer lo que cree que es probable que tenga el mejor resultado general (Elster, 1991). Elster incorpora un concepto principal para entender la identidad de estos grupos sociales denominados “anticuarentena”, este concepto son las normas sociales. Dice:


“Estas normas sociales pueden ser desde […] utilización de bienes y espacios comunes, códigos de familia y amistosos […] Incluso las leyes que regulan determinados comportamientos sociales son productos de normas sociales aceptadas por los miembros de esos grupos. El aceptarlas es incorporarlas racionalmente y los movimientos colectivos emprendidos a partir de esa aceptación son tan racionales como la instrumentación medios/fines necesaria a la satisfacción del mas individual objetivo” (Elster, en Moreira at. al., pp 209)


Nos puede suceder que ver a cientos de personas marchando en diferentes capitales del país nos puede parecer una conducta pésima individualmente, poco optima, pero en realidad, como está impulsada por normas sociales, es una conducta totalmente racional. Las normas sociales son un producto histórico – cultural y conforman la identidad de los grupos, muchos de los comportamientos de acción colectiva, nos ayuda a desarrollar valores que para nosotros son importantes y que podrían tener que ver con nuestra identidad, y nuestra identidad vinculada a la participación precisamente de ese tipo de acciones colectivas4.

El comportamiento racional de estas personas tienen básicamente la influencia de dos factores, las normas y el contexto social, todo lo que sucede a un nivel macro afecta a lo micro y condicionan su comportamiento. Tanto ellos/as como el resto, somos parte de estructuras sociales, nadie actúa aislado del contexto, es más, para Przeworski, muchas veces tener actitudes egoístas podrían llevar a peores resultados, por citar un ejemplo, si los/as organizadores/as de las marchas no se pusieran de acuerdo para  establecer su estrategia, es muy probable que su mensaje no sea escuchado o sea mal interpretado, ya que cada uno/a de los sujetos/as lo haría a su propia forma y en su propio espacio físico.

Participar en movilizaciones de ese estilo, les ayuda a desarrollar valores que para ellos/as son importantes y que tendrían que ver con nuestra identidad vinculada a la participación precisamente de ese tipo de marchas colectivas. Después de todo, aquellas personas que deciden juntarse en un monumento histórico para pedir por lo creen que es justo, no son tan diferentes de aquellas personas que se encuentran en la otra vereda y que muchas veces no comparten sus mismos ideales. Todos/as compartimos determinadas normas sociales que nos hacen actuar de forma similar pero con medios/fines diferentes. 


Un artículo escrito por Ruben Alejandro Vega Mairan, estudiante de Licenciatura de Ciencia Política y Administración Pública en la Universidad Nacional de Cuyo.


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Bibliografía

-   “Teoría política contemporánea. Perspectivas y debates” por Carlos Moreira, Sebastián Barbosa y  Diego Raus, capitulo 6 (pagina 187 - 216)

-   TTeoría económica de la acción política en una democracia” por Anthony Downs (pagina 93 - 111)

-   “La lógica de la acción colectiva” por Mancur Olson (pagina 203 - 220)

-   https://www.lanacion.com.ar/politica/la-evaluacion-medidas-del-gobierno-controlar-virus-nid2486318

-   Video de la Unidad 3, dictada el 21 de septiembre del 2020. https://youtu.be/BRp5-W27zNI

 

1 Paradoja readaptada para estar en consonancia con la monografía, fue extraída del libro “The Logic of Collective Actino” de Mancur Olson publicada en 1965.

2 Se utiliza el término “imperialismo” para hacer referencia al momento historio en el cual Argentina debía elegir entre un presidente popular y cercano al pueblo (Perón) o un presidente que siga las directivas de Norteamérica (encabezado por embajador de los Estados Unidos Spruille Braden). https://www.lapoliticaonline.com/nota/nota-34134.

3 Figura extraída del texto “Teoría económica de la acción política en una democracia” por Anthony Downs.

4 Cita textual sacada de la clase de la Unidad 3 publicada el 21 de septiembre del 2020, minuto: 1:18:16. https://www.youtube.com/watch?v=BRp5-W27zNI&t





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