Desde que empezó la pandemia, en muchos lugares del mundo (especialmente en Europa primero y luego en América) se hacían virales cientos de videos donde se podía ver a las grandes ciudades del mundo aplaudiendo a los/as médicos/as y enfermeros/as de cada país en su tan difícil lucha contra el COVID – 19. Al principio, debo admitir, fue emocionante ver como decenas de edificios y barrios a las 21 horas rendían un homenaje a los/as que estaban en la “primera línea”. Pero con el correr de las semanas y de los meses creo que esta práctica se transformó en un mal hábito y una forma errada de querer “darles ánimos”, es más, siento que en algunos casos hasta estaba cargado de hipocresía.
Antes de empezar, me gustaría dejar bien en claro que creo que si es importante rendirle un homenaje sincero a todo el sistema sanitario, no solamente por lo que está pasando en la pandemia, sino por su tan importante labor a lo largo de los años, creo que es importante homenajear desde el/la médico/a, pasando por los/as enfermeros/as, personal de limpieza, choferes de ambulancia, sector administrativo, etc. pero esto de salir a aplaudir a una determinada hora, todos los días, me resulta absurdo. Pienso que si realmente queremos reconocer su trabajo hay otras formas mejores de hacerlo. Como Argentina y el resto de la región se encuentran en su peor momento desde que empezó todo, creo que es ahora cuando debemos mostrar que realmente valoramos su profesión y que podemos hacer mucho más que simplemente asomarnos a la ventana o puerta aplaudir. Pero ¿De qué manera podemos ayudar? ¿Basta con aplaudirlos? ¿Puedo hacer algo desde mi casa? veamos.
Menos aplausos, más dinero
Con el título no quiero reducir todo a una cuestión meramente monetaria y decir que con un mejor sueldo solucionamos el problema, pero sí es cierto que en muchos hospitales del país (y seguramente del mundo) hay profesionales de la salud que llevan meses sin poder cobrar su sueldo, en otros casos están atrasados en el pago, otros sufren de precarización laboral y muchas veces no se les reconoce su rango profesional como licenciados (algo que vienen reclamando desde el 2015 en la Provincia de Mendoza). El Gobierno del expresidente Mauricio Macri aplicó un fuerte ajuste en el sistema sanitario y eso debilitó (aún más) el sector de la salud pública, parece un chiste de mal gusto que justo cuando un Gobierno decidió recortar en salud y educación, unos meses después llegará la peor crisis de la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial.
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| Fuente: La Izquierda Diario. 9 de marzo del 2020 |
Creo que una forma más “correcta” de demostrarles nuestro apoyo es exigiendo a los Gobernadores y al Gobierno Nacional que se destine más fondos del Estado para cubrir ese déficit que vienen padeciendo desde hace años. Acá no se trata de colores político ni de andar viendo de qué partido es cada Gobernador/a, no importa a quien hayas votado en las elecciones, si los/as enfermeros/as, médicos/as y el resto de profesionales tienen un sueldo digno, van a poder desarrollar sus tareas de una mejor forma. Con esto no me gustaría apelar a la demagogia y decir: “Una enfermera debe ganar $500.000 de bolsillo”, vamos, hay que ser realistas, tampoco debemos ir a los extremos, pero sí reconocer su trabajo con un sueldo acorde.
Menos aplausos y más insumos.
Otro gran problema que hemos visto alrededor del mundo es la falta de insumos básicos para tratar correctamente a los/as contagiados/as de COVID – 19, hasta en algunos países del primer mundo se pudo ver el faltante de mascarillas, guantes y demás indumentaria para evitar, ni más ni menos, contagiarse (como sucedió en España). No creo que haya reclamos “más importantes” que otros, pero hay ciertos pedidos que deben ser atendido con mayor urgencia y rapidez, en muchos países los/as profesionales de la salud han sido uno de los sectores más afectados por la pandemia al estar en contacto estrecho con el virus, esto es especialmente peligroso porque si hay algo que no nos debe faltar, es personal de la salud. Que pase esto da como resultado menos personal en los hospitales, los que sí pueden trabajar se sobrecargan de tareas y comprometen el poder atender a los/as pacientes que están en terapia intensiva. Hace unas semanas se viralizó en mi departamento una carta publicada en Facebook de un enfermero (Franco Giménez) del Hospital Perrupato donde expresaba que están a punto de colapsar por la falta de insumos, infraestructura, etc.
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Foto superior: Médicas y enfermeras del hospital Paroissien.
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Foto inferior: Profesionales del Hospital Fiorito de Avellaneda |
Entiendo que es normal que en una pandemia inesperada haya faltantes de mascarillas, alcohol en gel, indumentaria, etc. por eso creo que las donaciones hechas por China, emprendimientos familiares, empresas y famosos suman mucho a la causa, pero la ayuda mas importante, en este aspecto, es la de los Gobiernos provinciales y Nación. Para que los profesionales de la salud nos protegen, primero tienen que estar protegidos ellos.
Quedándote en casa ayudas un montón
Creo que este es un punto en el que más podemos sumar como sociedad, digo, qué sentido tiene aplaudirlos, publicar un tweet o subir una foto a instagram diciéndoles “no están solos” si llega el fin de semana y te vas a la casa de tu amigo/a a comer un asado. Creo que con el tiempo nos hemos olvidado lo valioso que es salir lo menos posible, lo importante que es seguir las recomendaciones del Ministerio de salud de la Nación. Esta comprobado que salir lo menos posible, usar correctamente el barbijo, lavarse las manos y evitar aglomeraciones hace que sea más difícil contagiarse, al ser menos los/as contagiados/as se registran menos casos y al registrarse menos casos el sistema sanitario puede atender de una mejor forma a los/as contagiados/as que van llegando. No nos tenemos que olvidar que el peligro real de esta pandemia no es el virus en sí mismo, sino no poder atender de forma adecuada a los cientos de casos graves que van llegando. Lo preocupante es que hay pocas camas y respiradores para todos/as. Ningún país del mundo esta preparado para recibir tantas personas, por eso salir lo menos posible es una gran ayuda.
Pero a pesar de haber convivido con el virus durante muchos meses, es preocupante ver como hay mucha gente que aun no entiende lo valioso e importante de salir lo menos posible. Pero OJO! No estoy diciendo que la gente no deba salir a trabajar, en realidad me refiero a ese grupo etario que va desde los 15 a 40 años (aproximadamente) que salen a la calle sin necesidad alguna, realizan juntadas ilegales, fiestas ilegales, partidos de futbol ilegales, etc. Desde que el Gobierno empezó a flexibilizar las acividades, esas juntadas ilegales han sido el principal foco de contagios. Acá es cuando entra esa cuota de hipocresía, mucha gente se queja por tener restricciones al salir, pero al mismo tiempo siguen realizando juntadas ilegales que lo único que provoca es que los casos aumenten y tengamos que estar con aun más restricciones.
El vivir en “modo cuarentena” es la nueva normalidad, en muchas ciudades del mundo han regresado al confinamiento estricto por rebrotes, nos tenemos que acostumbrar a que salir sin necesidad es poner en peligro a nuestras familias y compromete los hospitales, clínicas y sanatorios. No soy enfermero, médico ni trabajo en el sector de salud, pero creo que estando en casa y siguiendo todos los protocolos correspondientes a la hora de salir, ayuda mucho más que aplaudir al aire.
Un artículo escrito por Ruben Alejandro Vega Mairan, estudiante de la Licenciatura de Ciencia Política y Administración Pública en la Universidad Nacional de Cuyo.
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